La Realidad del Gran Imperio Británico, Parte 2: Lo Que Hicimos en Nuestras Colonias
- Amelia
- Jan 19
- 22 min read
Esta entrada es la segunda en una serie de 3. Lee la parte 1: 'En Los Hombros de Esclavos' aquí.
Advertencia: El texto contiene comentarios sobre la discriminación racial y la violencia.
Últimamente, he pensado mucho en el colonialismo. Ya que he pasado mucho tiempo sumergida en la cultura latinoamericana, lo he visto aparecer como un tema prominente particularmente en las artes, incluyendo canciones que intentan reclamar algo de la identidad, como Latinoamérica, de Calle 13. Como colectivo, Latinoamérica es un claro ejemplo de cómo un pueblo ha tenido que construir y reconstruir una identidad fuera del pasado colonial que irrevocablemente dio forma a la creación de su cultura, pero me he dado cuenta de que cuando nosotros, los británicos, miramos al colonialismo británico, casi nunca vemos a nuestras ex-colonias de la misma manera.
En mi entrada anterior, rememoré un poco mis días escolares. Como dije, pasamos más o menos 6 semanas estudiando el imperio británico, pero no miramos mucho a la esclavitud, que por supuesto constituía una gran parte de ello. Otra cosa a la que no prestamos mucha atención es a lo que verdaderamente le sucedía a la gente en los lugares colonizados. Es bastante extraño, la verdad, mirando hacia atrás se siente como si la historia que nos enseñaron en el colegio se hubiera olvidado de esa gente - después de todo, el foco del imperio británico eran los británicos, ¿no?
Es loco lo fácil que es para los británicos olvidarnos de las equivocaciones que hemos cometido. Claro, no todo ha sido malo - luchar contra Hitler fue una buena jugada - pero desafortunadamente eso no compensa las cosas malas. Aunque no nos demos cuenta, nuestra historia tiene un impacto bastante grande en cómo miramos al mundo hoy. Según un sondeo reciente de YouGov, el 32% de las personas piensa que el imperio británico es algo de lo que nos debemos sentir más orgullosos que avergonzados, y a un 49% no le interesa o no tiene claridad al respecto. Personalmente, mi propio punto de vista se ha formado mucho por las series y las películas de época, en las que siempre muestran a los europeos que vivían en las colonias como si estuvieran de vacaciones y como si a la gente local no le afectara mucho su presencia ahí. Desafortunadamente, eso no era el caso para nada.
Para intentar explorar la realidad de la vida bajo el colonialismo y cómo estos lugares han cambiado como resultado, he elegido a tres países para examinarlos de un nivel más profundo. Además, le he pedido la opinión a tres amigos, uno de cada país, para responder la pregunta: "¿Cómo ha afectado el pasado británico colonial a la situación actual de tu país? Entonces, sin más preámbulo, exploremos lo que hicimos en nuestras colonias...
La India
El comercio entre Gran Bretaña y la India comenzó al principio del siglo XVII después de que la infame Compañía Británica de las Indias Orientales (CBIO) se fundó. El negocio principalmente comerciaba con especias, té, algodón, y opio, pero después de la batalla de Plassey en 1757, entre los esfuerzos británicos y los esfuerzos bengalíes y sus aliados franceses, el ejército privado de la compañía empezó a tomar tierra india. Debido a que todo esto era parte de la “Guerra de los 7 años” (peleada por la sucesión del trono austriaco y por tanto se involucraban las colonias europeas también), los militares podían tomar territorio fácilmente a través de conquistas directas o a través de utilizar a la tierra de gobernantes locales aliados (mira este video si quieres más información). A lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, el dominio británico se extendió paulatinamente por el subcontinente indio a través de la CBIO. Tras la supresión de la Primera Guerra de Independencia de la India en 1857-8 (o el Motín de los Cipayos, como se conoce más comúnmente), se declaró el Raj británico, lo que significaba que la India pasaba a ser un súbdito oficial de la corona.
La subyugación del pueblo indio no se produjo del todo como se podría imaginar. Los británicos pudieron mantener el control porque firmaron tratados con muchos gobernantes y príncipes locales que se beneficiaron enormemente de la dominación británica, y así los británicos también tuvieron a su disposición al ejército indio, pero la razón principal fue más social que política. Hay mucho debate entre los historiadores sobre si los británicos crearon divisiones sociales, exacerbaron las existentes o ambas cosas, pero en cualquier caso, la estrategia de “divide y vencerás” funcionó. Gran parte de ella tuvo que ver con la religión, aprovechando las divisiones entre musulmanes e hindúes y enfrentándolos aún más mediante la creación de electorados separados en las elecciones locales (1909) y, por supuesto, la partición de India y Pakistán en 1947. En los ámbitos más seculares de la vida, las clases altas se educaban en escuelas inglesas y se animaba a los indios a aspirar a trabajar en instituciones como la administración pública y el ejército, con lo que gobernaban efectivamente a sus compatriotas y reforzaban fuertemente las divisiones de clase. Sin embargo, se duda de que estos rangos superiores ejercieran algún poder real, e incluso las aparentemente poderosas clases principescas seguían sometidas al dominio británico.
Las restricciones en la vida diaria para la mayoría de la gente eran las que probablemente uno esperaría; se imponían toques de queda y había partes de las ciudades que estaban estrictamente fuera de los límites para los indios. Quizá una de las peores áreas era el sistema judicial, que casi siempre favorecía a la parte británica si había algún implicado. Incluso si la parte británica era culpable, que un juez indio presidiera tu caso no ayudaba necesariamente, dadas las posibilidades reales de soborno, falsificación de pruebas, miedo a las repercusiones o simplemente parcialidad. Si quieres ver cómo podría haber sido, te recomiendo encarecidamente la serie de Channel 4: Indian Summers. Es una trama ficticia, pero han hecho un excelente trabajo para mostrar cómo era la vida de los indios en los años treinta, y prestan mucha atención en particular al funcionamiento del sistema judicial y de la administración pública.
La salud, en particular, empeoró notablemente bajo el dominio británico: la esperanza de vida cayó un 20% y en 120 años de dominio británico hubo 31 hambrunas. Se calcula que sólo se habían producido 17 en los 2.000 años anteriores. Cuando se logró la independencia en 1947, más del 90% de los indios vivían por debajo del límite de la pobreza, la esperanza de vida era de 27 años y sólo el 16% de la población sabía leer y escribir.
Un aspecto del Raj por el que a menudo se elogia a los británicos es la introducción del ferrocarril, que obviamente supuso un gran impulso para las infraestructuras de transporte. A pesar de ello, no se pueden ignorar sus evidentes repercusiones negativas. Aunque fueron los accionistas británicos quienes invirtieron inicialmente en los ferrocarriles, sus beneficios se pagaron con el dinero de los contribuyentes indios. Para colmo, los indios no podían trabajar ni siquiera como guardavía y en 1912 se prohibió a los indios fabricar locomotoras para que los fabricantes británicos siguieran obteniendo beneficios de la exportación de sus propias locomotoras a la India. Por si fuera poco, los viajeros indios se veían obligados a viajar en tercera clase, mientras que los británicos podían disfrutar del lujo de los vagones de primera clase... hasta que, por supuesto, mantener una primera clase exclusivamente para blancos resultó "poco práctico desde el punto de vista económico" y se abolió esta norma.
Sin embargo, lo peor de los ferrocarriles es que fueron escenario de innumerables asesinatos. Durante la Partición de 1947, los emigrantes se desplazaban entre la India y el recién formado Pakistán, generalmente por las divisiones religiosas antes mencionadas. Los problemas preexistentes volvieron a surgir, y entre 1 y 2 millones de personas murieron en el conflicto resultante, muchas de ellas de camino a sus nuevos hogares en tren. Y sí, los británicos lo sabían. Y sí, no hicieron nada. Incluso el establecimiento de los ferrocarriles surgió de la intención de explotar la India tanto como fuera humanamente posible. Las redes se construyeron inicialmente para transportar por el país recursos explotados como el carbón, la seda, el algodón y el té de forma más eficiente, tanto para uso interno como para el comercio exterior. Incluyendo esos recursos explotados y todo lo demás, Gran Bretaña robó a la India el equivalente a 45 billones de dólares, que son algo más de 33 billones de libras al cambio actual.
Algo que me ha interesado muchísimo recientemente es charlar con Nayha, una buena amiga mía que es de India, sobre la dominación colonial británica en ese país. Le pedí que me enviara algunas reflexiones sobre cómo ha influido en el aspecto actual del país:
"La dominación británica trajo consigo la imposición de conceptos occidentales de ley y orden, burocracia moderna, comunicación, transporte y sistema educativo que, a la larga, condujeron a la hegemonización cultural de toda una nación. Este control permitió a los británicos mantener su poder y superioridad sobre el subcontinente indio mientras la India se sometía a una rigurosa occidentalización. Como resultado del imperialismo cultural, los colonialistas pasaron a ser vistos como élites, y los elementos de la cultura británica fueron incorporados a la vida cotidiana por los indios que aspiraban a la movilidad social y al acceso a los privilegios británicos de educación y gobierno. Como era de esperar, la lengua inglesa se convirtió en la principal herramienta que permitía la movilidad social y sigue siéndolo en la actualidad. Sin embargo, ha evolucionado con respecto a su papel durante la dominación británica y en la India moderna: saber inglés se ha convertido en un indicador de la clase social de una persona, de su nivel educativo y determina su empleo y sus privilegios sociales.
Mientras que el dominio británico permitió el surgimiento del concepto de India como "nación" y unió a toda una población del subcontinente contra sus gobernantes, en años posteriores India luchó por situar esa misma identidad lejos de los británicos. Contra el dominio británico, surgió la noción de India como patria y los indios empezaron a identificarse como pertenecientes a la misma madre, a la misma nación. Sin embargo, una vez finalizado el dominio británico, India luchó por mantener un punto de apoyo estable, ya que los británicos reestructuraron el subcontinente indio con habilidad y severidad. Su política de "divide y vencerás" dio lugar a la separación de los dos grupos religiosos más fuertes de la India: los musulmanes y los hindúes, naciendo su enemistad, que causó la separación de la nación, miles de muertos en disturbios y se ha convertido en una de las tácticas centrales del gobierno. Debido a la actividad controlada, las restricciones y la llegada de una nueva cultura, los británicos consiguieron crear estructuras sociales que con el tiempo no harían sino evolucionar y deteriorar las lenguas, las culturas y la estructura de la sociedad india."
- Nayha
Irlanda
Para algunos, Irlanda puede parecer una elección extraña en un blog sobre el colonialismo británico, pero dado el alcance de nuestro pasado común, es, de hecho, un lugar muy relevante para explorar en esta entrada. Para ser sincera, la historia entre Gran Bretaña e Irlanda es tan larga y complicada, con tantas guerras, invasiones y rebeliones, que podría dar para un blog por sí sola, así que para no hacer de esta entrada una lectura de una hora, voy a condensar un poco la historia.
Puede que a muchos de ustedes les sorprenda, como a mí, saber que los ingleses invadieron Irlanda por primera vez en 1169. En un principio fue el resultado de una alianza entre los barones ingleses y el recién destronado rey de Leinster, Dermot MacMurrough, para intentar devolverlo al poder. Sin embargo, la captura de lugares como Wexford, Waterford y Dublín durante la invasión inicial sentó las bases perfectas para que Enrique II enviara una flota en 1171, con la que navegó hasta Waterford y la declaró ciudad real. A partir de ese momento, básicamente asumió el control y los ingleses se expandieron lentamente por gran parte de Irlanda, llevando consigo el sistema feudal.
Sin embargo, no fue hasta principios de la década de 1540, en tiempos de Enrique VIII, cuando la Isla Esmeralda quedó bajo el dominio oficial de la corona tras las escaramuzas derivadas de la ruptura de Enrique con la iglesia católica La apropiación de tierras continuó con el dominio de Isabel I, cuya última resistencia seria fue la Guerra de los Nueve Años. El bando irlandés estaba liderado por Hugh O'Neill, conde de Tyrone, y varios otros jefes del Ulster que lucharon por conservar sus tierras, que eran la última parte no conquistada del país en aquella época. En 1601, sin embargo, los ingleses se impusieron en la batalla de Kinsale y, tras la rendición irlandesa en 1603, O'Neill y los demás condes abandonaron Irlanda. El sucesor de Isabel, Jaime I, confiscó las propiedades de la nobleza irlandesa, lo que supuso el fin de las estructuras sociopolíticas gaélicas. El 75% de las tierras incautadas del Ulster se entregaron a colonos protestantes ingleses y escoceses, que establecieron plantaciones, mientras que los irlandeses que habían vivido allí anteriormente fueron desalojados y se instauró un sistema de segregación. Esto, conocido como la Plantación de Ulster, creó y cimentó una gran división cuyos efectos aún podemos ver hoy en Irlanda del Norte. Las discriminatorias Leyes Penales promulgadas por Oliver Cromwell en 1641 sirvieron para consolidar aún más el dominio inglés, ya que pretendían despojar a los católicos que quedaban en la nobleza, que en 1776 sólo poseían el 5% de la tierra.
Como podemos deducir de todo esto, la conquista de Irlanda fue algo mucho más interno. Dada la forma en que la toma de tierras comenzó en los siglos XII y XIII y continuó gradualmente a lo largo de los años, creo que es razonable suponer que los ingleses se integraron mucho más en la sociedad irlandesa de lo que lo hicieron en lugares como la India. Sin embargo, esto no significa que los recién llegados adoptaran las costumbres irlandesas, sino todo lo contrario: intentaron erradicarlas.
Una gran parte de esto fue el idioma gaélico irlandés. En 1367, el Estatuto de Kilkenny declaró ilegal que los colonizadores ingleses hablaran irlandés y que los irlandeses lo hablaran cuando se relacionaran con un inglés, y en 1541 se prohibió por completo en las zonas gobernadas por los ingleses. Aunque sus hablantes consiguieron mantenerla viva como lengua mayoritaria a pesar de las leyes, en 1831 se eliminó por completo del currículo escolar, lo que sin duda rebajó su estatus al de minoría. Esta situación se agravó enormemente por el gran número de personas que abandonaron Irlanda durante la Gran Hambruna de las décadas de 1840 y 1850, llevándose consigo su lengua y su cultura. Se reincorporó a las escuelas en 1878, pero sólo como algo que podía ser opcional una vez que los alumnos ya habían aprendido lo "esencial": inglés, francés, latín y griego. Antes de 1981, ni siquiera existía una Biblia católica autorizada en lengua irlandesa.
No se puede hablar de la historia de las relaciones británico-irlandesas sin hablar de la Gran Hambruna. En 1845, una infección fúngica se extendió por las papas irlandesas arruinando la mitad de las cosechas de ese año, lo que fue desastroso dada la enorme dependencia de las papas en la dieta irlandesa en ese momento. En los años siguientes, la infección persistió, arruinando el 75% de las cosechas. Las mencionadas Leyes Penales habían sido abolidas para entonces, pero muchos católicos irlandeses seguían viviendo como arrendatarios o trabajadores de plantaciones y se veían obligados a pagar rentas a los terratenientes protestantes. Aunque las reformas Whig de finales de la década de 1830 pusieron freno a aspectos como los poderes de los terratenientes, fue un proceso lento y, cuando llegó la hambruna, todavía había muchos que vivían en condiciones bastante penosas. Tras las peticiones de los líderes irlandeses, el Parlamento acordó derogar las Leyes del Maíz en 1845, que hasta entonces habían impuesto aranceles al grano, lo que encarecía en exceso productos como el pan. Sin embargo, esto no compensó el problema de la papa, que siguió desarrollándose.
Después de esto, se podría pensar que cualquier exportación de Irlanda se detendría por un tiempo y que sus benevolentes gobernantes británicos enviarían ayuda, ¿verdad?
Pues, piensa otra vez. Gran Bretaña siguió importando enormes cantidades de alimentos de Irlanda durante los años de la hambruna, y los historiadores creen que incluso aumentaron las importaciones de productos como ganado y mantequilla. El gobierno no envió alimentos como ayuda. Alrededor de 1-2 millones de personas emigraron a lugares como EE.UU, y otro millón murió de hambre y enfermedades relacionadas. Hasta el día de hoy, es una de las peores hambrunas de la historia.
Durante el siglo XIX, definitivamente acelerado por los horrores de la Gran Hambruna, el movimiento por la independencia irlandesa empezó a cobrar fuerza, culminando en el Alzamiento de Pascua de 1916, cuando se produjo una rebelión total en Dublín. Los enfrentamientos con las fuerzas militares británicas dejaron un saldo de 2.000 muertos y heridos y, tras la victoria británica, los líderes de la rebelión fueron ejecutados rápidamente y más de 3.000 presuntos partidarios fueron detenidos, 1.800 de los cuales fueron enviados a Inglaterra y retenidos allí sin juicio. El Alzamiento de Pascua tuvo poco apoyo público en aquel momento, pero la severidad de la reacción británica convenció a muchos y, en 1918, el partido republicano Sinn Fein obtuvo la mayoría de los escaños irlandeses. En 1921 se declaró el Estado Libre Irlandés, que se convirtió en la República Irlandesa en 1949.
Sin embargo, la cosa no acaba ahí. Irlanda del Norte, como sabrás, sigue formando parte del Reino Unido, y el antiguo conflicto entre católicos y protestantes, unionistas y republicanos, sigue causando mucho daño. Tratar de explicarlo todo daría para otra entrada del blog, así que voy a dejar que lo investigues tú mismo si quieres (te animo a hacerlo si no sabes mucho sobre el tema), pero no hay duda de que la mayor parte de los orígenes del sufrimiento asociado están firmemente en manos del colonialismo británico. Mi buena amiga Megan, que es de Irlanda del Norte, ha accedido amablemente a compartir parte de su perspectiva sobre las consecuencias modernas del dominio británico allí:
"Hablando sólo por mí, crecer en Irlanda del Norte es una experiencia paradójica y conflictiva. Parece que tenemos fama de ser un 'asunto complejo'... todas las historias, la política, las religiones. La mayoría conoce Irlanda del Norte por los Disturbios, y la mayoría lo describiría como un conflicto entre protestantes y católicos. Muchas personas han hablado de los efectos de los Conflictos durante mucho tiempo, mucho mejor de lo que yo podría hacerlo. Seguimos viendo a personajes clave de "ambos bandos" en nuestro gobierno o como amigos de nuestros MLA (diputados por Irlanda del Norte), vemos los llamados Muros de la Paz (enormes artilugios metálicos que dividen a las comunidades), los murales que conmemoran a los héroes y rehenes de los conflictos, los continuos esfuerzos comunitarios por acercar a ambos bandos, el temor a que resurjan las tácticas paramilitares y la creciente tensión con cada decisión que toma Westminster para Irlanda del Norte.
Es increíblemente fácil pensar que todas estas cosas son el resultado de los últimos 50 o 100 años: historia bastante reciente, política bastante reciente, en general. Pero la historia de Irlanda del Norte no empezó con la separación oficial del Norte y la República. Y las "tácticas de paz" diseñadas para suavizarlo todo no han funcionado porque no reconocen que el conflicto no es de dos partes de un mismo país que luchan entre sí, sino el resultado del colonialismo. El conflicto en Irlanda del Norte es entre los que se sienten irlandeses y los que se sienten británicos, no simplemente por la religión. La religión, como la lengua, las costumbres y la educación, es un marcador de cultura y educación. El énfasis en "protestantes contra católicos" lo pusieron quienes colonizaron Irlanda para reducir el impacto devastador de la colonización, y ha funcionado. La gente sigue llevando su denominación como una insignia de honor en las peleas, habla como si su denominación fuera la base de su ser, alentada por los que lucharon la "buena batalla" contra su vecino. Esto es en lo que más reflexiono cuando pienso en Irlanda del Norte y es parte de lo que hace que la experiencia de Irlanda del Norte sea tan difícil de explicar con palabras. Habiendo vivido en Inglaterra durante los últimos años, también es increíblemente fácil permanecer distante de todo lo que tenga que ver con Irlanda del Norte. Inglaterra rara vez informa de nada de lo que ocurre... a menos que le pregunte a mi familia o mis amigos, no me entero de si ha habido protestas, bombas Molotov en los buses, o gente herida. Tanta historia y tanta tensión se han reducido únicamente a los impactos más recientes del colonialismo, dejando a Irlanda del Norte un país ignorado y pasado por alto."
- Megan
Zimbabue
Por último, pero no por ello menos importante, llegamos a Zimbabue, antes conocida como Rodesia/Rhodesia del Sur. Aunque antes del siglo XIX ya había habido siglos de contacto afroeuropeo, 1884 fue un punto de inflexión. En la Conferencia de Berlín, los líderes de Europa se sentaron juntos y se repartieron el continente africano, con el objetivo principal de acceder a materias primas sin explotar como el oro, la madera y el caucho. Así comenzó lo que ahora se conoce como el 'Reparto de África' : en 1914, sólo Abisinia (la actual Etiopía) y Liberia seguían siendo independientes.
En el centro-sur de África, los diamantes eran el premio gordo, y una de las empresas creadas para extraerlos y comerciar con ellos fue la “De Beers Company”, fundada por el empresario británico Cecil Rhodes en 1888. Firme partidario del imperialismo británico, Rhodes consideraba su deber contribuir a la expansión del dominio británico: “Cuanto más habitemos el mundo, mejor será para la raza humana”. Ese mismo año, se puso en contacto con Lobengula, el rey de lo que entonces era Matabeleland, Mashonaland y los territorios circundantes, y como parte del tratado que firmaron (conocido como la Concesión Rudd), Rhodes obtuvo acceso exclusivo a los derechos mineros dentro de los territorios de Lobengula a cambio de dinero y armas, siempre y cuando no se establecieran colonias. Utilizando esto como base, en 1889 Rhodes obtuvo una carta real para la Compañía Británica de Sudáfrica (CBS, basada en la de la Compañía de las Indias Orientales), cuyo objetivo era promover la colonización y explotación económica del centro-sur de África. Sin embargo, Rhodes no tardó en romper los términos del tratado que había firmado con Lobengula. En 1890, envió lo que denominó la "Columna Pionera" (200 civiles escoltados por más de 400 paramilitares de la policía CBS) al territorio mashona, donde establecieron los asentamientos de Fort Salisbury y, más tarde, Fort Victoria en Matabeleland.
3 años después, el CBS consiguió la oportunidad que buscaba: una excusa para un conflicto. La negativa de un jefe shona a rendir tributo a Lobengula provocó que éste enviara guerreros y sofocara la disidencia, pero cuando las fuerzas coloniales de Fort Victoria reclamaron autoridad para resolver las disputas y los guerreros matabeles se negaron a reconocer esa autoridad, se desencadenó la Primera Guerra Matabele. En resumidas cuentas, las fuerzas del CBS ganaron, entre otras cosas gracias a sus cañones maxim, un predecesor de la ametralladora moderna. A finales de 1894, Lobengula había muerto de viruela, y la mayoría de sus fuerzas restantes hicieron las paces con los británicos, permitiéndoles apoderarse del resto de lo que entonces se llamaría Rodesia. A pesar de una segunda guerra con los matabeles y de la continua resistencia de los shona, el CBS consolidó el control bajo el liderazgo de Rhodes y Rodesia se convirtió en una colonia de colonos blancos.
Debido a la distancia entre Fort Salisbury (la capital rodesia, actual Harare) y Londres, el gobierno de la colonia dependía de mantener alianzas constantes con los líderes africanos locales, que sofocarían cualquier resistencia en su nombre. Sin embargo, como era de esperar, su herramienta más eficaz para mantener a la población bajo su control era un complejo sistema jerárquico y de segregación racial, muy similar al sistema de apartheid empleado en Sudáfrica. A través del concepto de "ciudadanía", los colonos blancos tenían acceso casi exclusivo a las zonas urbanas, por lo que la población no blanca era mantenida alejada del poder civil y obligada a permanecer en zonas específicas del país en la medida de lo posible. Los únicos negros a los que se permitía entrar regularmente en las zonas urbanas blancas eran los que trabajaban en hogares blancos como sirvientes o los que hacían repartos. En 1922, el 64% de los africanos de Rodesia vivían en reservas, y muchas de las tierras de labranza eran mucho menos cultivables que las que se entregaban a los agricultores blancos. A un número restringido de africanos negros se les permitía tener propiedades y votar, siempre y cuando esas propiedades tuvieran un valor mínimo de 150 libras esterlinas o tuvieran unos ingresos anuales de al menos 100 libras esterlinas, pero éste, por supuesto, no era el caso de la mayoría. Esta evaluación financiera también iba acompañada de una prueba de inglés, lo que reforzaba las diferencias socioeconómicas entre la población negra.
Podría pensarse que mantener los centros urbanos exclusivamente para blancos habría bastado a los británicos, pero no fue así. En los primeros años del siglo XX, se impusieron elevados impuestos a los negros africanos y se les arrebató gran parte de la tierra que poseían, lo que supuso que muchos, sobre todo los que antes habían sido agricultores autosuficientes, se vieran obligados a buscar trabajo asalariado en la economía colonial: fábricas; minas; granjas propiedad de blancos. También se promulgaron leyes que obligaban a muchos matabeles y shonas a firmar contratos a largo plazo que les obligaban a trabajar en campamentos de trabajo. En 1951, la Ley de Tenencia de la Tierra empeoró la situación al establecer la obligación legal de obtener permisos para pastorear el ganado, al tiempo que restringía el tamaño de las tierras de labranza y desarraigaba familias, a menudo pueblos enteros.
Las restricciones cotidianas para la comunidad negroafricana eran las que cabría esperar. Se imponían toques de queda y se introdujo un sistema de pases para controlar y restringir los movimientos: los que se encontraban en zonas restringidas, etc. sin un pase que les hubiera dado un empleador o un ciudadano blanco eran brutalmente maltratados. A los negros no se les permitía entrar en hoteles, cines, etc. (básicamente, en todos los lugares donde los rodesianos blancos quisieran estar) y los restaurantes que permitían la entrada a los no blancos tenían habitaciones separadas. Los sirvientes negros de los hogares blancos podían comprar y hacer recados para sus empleadores en las zonas blancas, pero la mayoría de las tiendas proporcionaban sus productos a través de trampillas en la pared para que los compradores blancos no se vieran "molestados" por la presencia de no blancos. Además, los insultos a los negros africanos eran habituales.
Culturalmente, la noción de "blancura" se enseñaba a todos los rodesianos como algo a lo que aspirar, especialmente a los que pertenecían a las clases altas. En su artículo 'El colonialismo nunca acabó', Simukai Chigudu hace referencia a las memorias de Peter Godwin, que describe el encuentro con un grupo de estudiantes negros en una escuela de élite mayoritariamente blanca: su conversación, acentos y aspiraciones generales giraban en torno a emular la "blancura". Chigudu admite incluso que, aunque obviamente le molestaba el racismo, él mismo "aspiraba al capital cultural de la blancura".
Sin embargo, lo más vil del colonialismo británico en Zimbabue fue, sin duda, el atroz abuso de los derechos humanos cometido por las autoridades blancas contra la comunidad negra, desde detenciones irrazonables hasta palizas y asesinatos. La Constitución recogía los derechos humanos básicos, pero también establecía que podían ignorarse en aras del "interés público". En este video, Newton Kanhema cuenta cómo su padre fue encarcelado literalmente encadenado durante 10 años por apoyar la idea de "un hombre, un voto". Este concepto no era en absoluto contrario a la ley, pero fue detenido de todos modos. En cuanto a la segregación de los presos, aunque la raza no era la base oficial, se dividía a la gente entre los grados 1, 2 y 3, dependiendo del nivel de vida al que estuvieran acostumbrados, lo que significa que la raza seguía siendo un factor determinante. Los de grado 1 (europeos) recibían mejor comida, espacio y trato, mientras que los de grado 3 (africanos) recibían el peor nivel de esos servicios, y rara vez se les permitía recibir visitas. A Kanhema y a su familia sólo se les permitió ver a su padre durante un periodo limitado de 2 semanas, durante el cual presenció cómo era golpeado duramente por los guardias de la prisión, que eran plenamente conscientes de que toda la familia estaba mirando. Existen muy pocos registros de este tipo de hechos (nunca se ha emprendido ninguna acción oficial para llevar a los autores ante la justicia), pero es imposible que el caso de Kanhema fuera único.
Tendai, un amigo zimbabuense, accedió amablemente a compartir su punto de vista sobre cómo el colonialismo británico moldeó su país natal. No he podido incluirlo todo aquí, pero si quieres leerlo todo (por favor, hazlo, es excelente), lo he adjuntado en un documento al final de este post. Esto es sólo una parte de cómo la dominación colonial británica ha afectado al Zimbabue moderno:
“...Esto nos lleva a los principales legados del colonialismo en Zimbabue. El primero, como casi todos los legados más oscuros del Imperio, casi no se enseña en las escuelas occidentales (porque eso es precisamente lo que hace el racismo institucional). Robert Mugabe no fue un líder importante en la lucha por la liberación de Zimbabue. Los grandes líderes de Zimbabue y futuros presidentes en potencia -nuestros Nelson Mandela, Thabo Mbekis y Cyril Ramaphosas si se quiere - fueron asesinados en su mayoría por rodesianos racistas o murieron en cárceles rodesianos. Imagina que toda una generación de futuros líderes del Reino Unido hubiera sido asesinada por Hitler. Imagina que Lloyd George, Churchill, Clement Atlee, Thatcher y Tony Blair hubieran sido asesinados antes de tiempo, dejando a Gran Bretaña con Nick Clegg y Nigel Farage como el mejor liderazgo que podría conseguir. Eso es lo que ocurrió en Zimbabue. Y así es como acabas con autoritarios sobreeducados como Robert Mugabe llenando el enorme vacío de poder. El colonialismo privó a Zimbabue de toda una generación de grandes constructores de la nación poscolonial. Por eso lo que ocurre hoy en Zimbabue es un legado directo del colonialismo. Y también es la razón por la que honrar a racistas como Cecil John Rhodes en la Universidad de Oxford es una celebración insultante del régimen racista que le alababa (pista: ¡por algo llamaron así a su malvado estado de apartheid nacionalista blanco!)
He aquí un segundo legado del colonialismo del que casi nunca se oye hablar: que los líderes poscoloniales se limitaron a copiar las brutales plantillas coloniales modeladas por el Imperio Británico. Podría citar muchos ejemplos, como la forma en que dirigentes africanos como Robert Mugabe han copiado al manual de estrategia étnico "divide y vencerás" del imperio británico para destruir a las identidades nativas que les parecían peligrosas y para controlar a las poblaciones. Pero otra novedad que sin duda no conoces es la tristemente célebre Organización Central de Inteligencia de Zimbabue (CIO, por sus siglas en inglés), que es conocida y temida por su historia de orquestar secuestros y un desenfrenado abuso de los derechos humanos. ¿Recuerdas a los futuros líderes zimbabuenses asesinados por los rodesianos? Pues bien, esos asesinatos (y el posterior encubrimiento de los mismos) fueron cometidos por una organización concebida por los rodesianos en la década de 1960 llamada (¡lo has adivinado!) la Organización de Inteligencia Central (CIO). Ya se trate del CIO británico, que sirvió de modelo para la discriminación étnica del CIO en Zimbabue, o de la brutalidad franco-belga, que se copió para cometer la limpieza étnica y el genocidio de Ruanda, las instituciones construidas sobre la discriminación y el racismo siempre producirán discriminación y racismo en el futuro, porque se construyeron para sobrevivir a sus creadores.
Un par más. El colonialismo no sólo robó a Zimbabue su futuro, sino también su pasado. El resultado es que Zimbabue, como nación, ha sufrido con una identidad vacía que aún tardará varias generaciones en reconstruirse. Este es el caso de toda África hasta el día de hoy, y casi nunca se enseña que las civilizaciones africanas fuera de Egipto fueron algunas de las más avanzadas del mundo. Y, de hecho, muchas naciones europeas todavía tienen patrimonio saqueado de África en sus museos como si fuera su propiedad, bajo la creencia permanente de que las instituciones blancas son intrínsecamente más capaces de preservar y cuidar los preciados artefactos africanos que las negras (¿racismo institucional?)..."
- Tendai
Ahora bien, nada de esto significa que los lugares colonizados por Gran Bretaña no tuvieran problemas antes de nuestra llegada: ningún lugar es perfecto y, sin duda, todos tenían su buena dosis de problemas antes de que los británicos se tomaran el poder, y desde luego no podemos decir que no hubieran surgido problemas de no ser por el dominio británico. Sin embargo, eso no quiere decir que la dominación colonial no causara grandes daños. No podemos saber exactamente qué habría pasado sin ella, pero creo que ya es hora de que reconozcamos cuánto mal hemos hecho.
Hablaré más sobre la relevancia de esto en la última parte de la serie, pero por ahora, les dejo con esto. Enfrentarnos a nuestro pasado colonial es importante porque gran parte del daño que causó el colonialismo no ha sido reconocido por nosotros como la parte culpable. El colonialismo no es la única causa de discordia cultural y racial hoy en día, pero ha desempeñado un enorme papel en ella, y el hecho de que haya pasado desapercibido significa que el dolor de la gente ha pasado desapercibido, lo que es fundamentalmente incorrecto.
Lee la parte 3: '¿Por Qué Tiene Importancia Hoy?' aquí.
¡Gracias por leer! Si tienes alguna pregunta o si quieres ser escritor invitado para La Clasicista con un Atlas pues me encantaría oír de ti - te puedes poner en contacto a través del formulario en la página de contacto o en Instagram @theclassicistwithanatlas.
Quiero agradecerles a Nayha, Megan, y Tendai por sus contribuciones porque sin sus percepciones únicas, por cierto, esta entrada estaría incompleta. Hay muchísima más información alrededor de cada uno de estos países que no pude incluir sin hacer esta entrada una lectura de al menos una hora, pero si quieres investigar más por tu cuenta o ver de dónde he sacado la información, no dudes en consultar los enlaces a los sitios que he utilizado en el documento que aparece a continuación, y leer también la contribución completa de Tendai.
También quiero agradecer a mi amiga Carolina, quien corrigió la versión española.